sábado, 10 de enero de 2009

Sin frenos ni ganas de parar

Después de dar un paso
hacia delante.

De empezar a surcar
los mares de la pluma,
el papel,
la palabra,
la idea y
la vida.

No hay marcha atrás.

Al llegar a casa
tras una jornada
repleta de planes,
sólo apetece
planchar la oreja.

Mas
qué se le va a hacer,
no hay marcha atrás.

El mar no se vacía,
ni el río sube,
ni el tiempo vuelve.

Tic...
y no quiero acostarme
tac...
sin dar un paso más.

Y en este momento
en que sólo apetece
apagar el motor
y quitar la llave
no puedo mas
que meter marcha
y quemar rueda.

Ya...
no quiero parar,
ni lo necesito.

Salté al vacío
y comenzó la historia
de mi blog enmarcando
mi vida a cada paso.

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