Tic, tac,
decía,
tic...
tac...
más lento
y tic...
se paraba.
Sería por no estar ella
que le faltaba cuerda
y pila
y todo.
Fué su primer regalo,
por siempre llegar tarde.
Y estando todo perdido,
conservó la esperanza
de que algún día...
no sé...
...
"Quizás, va siendo hora
de cambiar de reloj".
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2 comentarios:
He dudado entre comentar este poema o el anterior...me encantan los dos. Tienes la habilidad para expresar lo que much@s sentimos (ese es el arte del poeta, no?)
Para cuándo un libro? O un recital? Deberías de ir ya pensando en todo esto :)
Bxuss (y tengo muchas ganas de darte un abrazo)
un día tenemos que recitar tú y yo mano a mano ;)
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