Valencia
en un vaso,
un despertar
no deseado
y por fin
una madre.
Ahora está aquí,
ahora y siempre.
¿Disfrutar con ella?
Imperativo
para lo más hondo.
Lo pide el pecho,
el alma,
el corazón,
mi vida.
Y yo,
en mi desastre,
procuro darle,
todo cuanto puedo.
Ayer,
otra obra maestra
en mi filmografía.
María del Carmen
en sus dieciséis,
lanzábame blancas
bolas de emoción
sin saber que a cada impacto
estremecía
cada hebra de mi alma,
mi amor por ella.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Qué bonito, tío, muy bonito.
Un abrazo..
eres un genio!!!
Publicar un comentario