Desde luego,
merece la pena
hacerle un homenaje.
Desde que nacemos
nos acompaña,
nos transporta a tierras lejanas,
a épocas olvidadas en el frenesí del día a día,
a vidas admirables,
deleznables o
"normales y corrientes".
Cuánto nos ayuda
a ponernos en la piel de otro,
a entender por qué lo obvio quizás no lo era tanto,
a emprender un viaje por estrellas
que en la NASA sólo sueñan.
Te saca de problemas.
Tantos y tantos momentos está presente,
que llegamos a no darnos ni cuenta.
Otras veces,
de tanto alimentarnos con obviedades,
de tanto darnoslo hecho,
cuando vamos a echar mano de ella
resulta que nos ha dado la espalda.
A ver quien tiene las narices
de soportar la indiferencia
y seguir al pie del cañón, sin más.
En realidad
sólo hace falta querer contar con ella de verdad
y acabará volviendo poco a poco
Por favor,
no vuelvas a darle la espalda
a un ingrediente tan útil y maravilloso.
Ponle imaginación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Dale duro tío, se te ve alma de escritor. Me ha molado, de verdad. Además sé que no escribes por escribir.
Un abrazo hermano.
Publicar un comentario