Ojos perdidos,
hedor en la ropa,
llagas en los pies
y tobillos hinchados.
¿Dónde rompió tu brida,
princesa,
y desbocó tu caballo?
Giro la cabeza...
por vergüenza,
no pienso hacer nada,
y por miedo,
Ella también se alejó un día
por vergüenza y por miedo.
Esta senda empedrada
y misteriosa
insta a dar siempre
otro pequeño paso.
Para cuántos ha sido
un paso en el vacío.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario