Lo abrazaba y dolía...
y apretaba más...
En la vereda
del sufrimiento
todo parecía verde.
Y desde fuera
sangraba.
Y desde fuera
caía.
Tan nítido,
indudable,
manifiesto y
cristalino,
para algunos.
Obvio y evidente
para otros.
Y lo veía venir y corrió en pos.
Tan nítido,
indudable,
manifiesto y
cristalino,
para algunos.
Obvio y evidente
para otros.
Y lo veía venir y no rectificó.
Y no había vuelta atrás.
Y congeló en lágrimas,
sufrimiento,
desesperación,
y realidad.
Y por fin...
terminó.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Buenos poemas... Te seguiré leyendo y haré las críticas más perversas (todo sea para ser tu "prologuista").
Un beso!
Gracias por molestarte en leerlos, y por tu apreciación. Me alegrará que hagas críticas. Me encanta aprender.
De tu comentario hace mucho, más hace que no me pongo a escribir. Ya sabes, hay momentos y momentos.
De todas formas, mira por donde, tu crítica, esta vez positiva, me alienta a seguir adelante en esto.
Gracias.
oleeeeee
mas gustao con tus poemassss
Carlos"er gallego" en barna
nos hablamos besos
Publicar un comentario