miércoles, 7 de enero de 2009

Viaje al destierro

Hablamos en contra de ello
mientras nos sentimos al margen.

Cualquier chivo expiatorio sirve
para descargar nuestras frustraciones,
nuestros miedos,
nuestro eterno empeño
en no afrontar la realidad.

No somos lo que creemos sin más.

Conciencia y aceptación,
es el primer paso.

Conciencia y aceptación
de que absolutamente siempre
hay una solución
con la que sellar
un poquito más
la puerta del odio
y que, a la larga,
hará a todos más felices.

La basura
también forma parte de nosotros
aunque no nos guste.

El odio,
la rabia,
la soberbia,
la intolerancia,
¿los pecados capitales?
del primero al último.

Y no podemos librarnos de ellos.

Se hallan en lo profundo de nuestro ser
cada uno en su estancia
esperando
que les abramos la puerta
y generar aquello en lo que son
maestros artesanos.

Y tenemos derecho a equivocarnos,
a caernos,
a levantarnos,
a perder por el camino
cosas maravillosas
para las que no estamos preparados
a expulsar,
cual cuerpo extraño,
lo que hemos conocido
y no nos supone un bien.

Pero,
de nuevo en pie
no debemos olvidar,
estar alerta,
llevar por bandera
la convicción
de que absolutamente siempre
hay una SOLUCIÓN con mayúsculas,
ni que,
ese hombre del saco
también somos nosotros
y que hay que
estar siempre alerta,
siempre preparados
para decir
NO, de ahí no sales.

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