lunes, 5 de enero de 2009

Juzgar no es un deporte

Todos, supongo,
lo hemos hecho.

Todos imagino,
lo seguimos haciendo,
en mayor o menor medida.

Yo personalmente
cada vez
intento hacerlo menos.

No me sienta bien
darme cuenta
de que estoy hablando de alguien
sin antes amarlo
decentemente,
sin procurar ponerme en su pellejo,
ni pensar que también tiene derecho
a un voto de confianza.

Seguramente
no todo es comprensible
y si lo es
no es tolerable
pero creo que
merece la pena intentar
respetar
todas y cada una de las cosas
que no somos nosotros mismos.

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